La dieta en la menopausia es muy importante, pero es necesario desmitificar algunas creencias, como las que existen en torno a las legumbres. Lo mejor es que atiendas a la prevención y no esperes a estos cambios hormonales en tu cuerpo para iniciar un régimen alimentario adecuado.
>> La menopausia y los alimentos recomendados por María del Mar Silva en Top Doctors
La menopausia y los cambios en tu organismo
La menopausia es una etapa que conlleva muchos cambios importantes. Se caracteriza por un cambio hormonal que acelera el envejecimiento, al dejar de producir las cantidades de colágeno y ácido hialurónico, debido a la disminución de las hormonas femeninas a las que estaba acostumbrado nuestro cuerpo durante la juventud. Aunque experimentamos una disminución durante nuestra cuarta década, con la menopausia es mayor su falta, dejando nuestra piel menos suave y elástica.
Además, los huesos comienzan a desgastarse si se produce falta de minerales y vitaminas esenciales, junto con una menor actividad física. Esto hace que se multiplique el riesgo de padecer osteoporosis y las consecuentes fracturas de huesos, especialmente en la cadera y las rodillas, aumentando el riesgo de caídas. La presión arterial tiende a subir, lo que incrementa el peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Al cobrar más protagonismo las hormonas masculinas, al menos inicialmente, es normal que nuestro organismo nos parezca incontrolable. Obviamente, tampoco podemos dejar atrás las repercusiones psicológicas que producen todos estos cambios. Por eso, debemos estar prevenidas antes de esta etapa. Puedes comenzar por reducir la ingesta de sal, así como los alimentos procesados, que tienden a tapar las arterias.
El ejercicio es muy importante durante esta etapa
para mantenerse en forma y sana
¿Cómo llevar una dieta adecuada?
Lo mejor que puedes hacer es comenzar a vigilar lo que comes, iniciando una dieta adecuada, especialmente si estás cerca de la menopausia. No está mal que vigiles tus niveles de calcio, optando por aquellos alimentos que lo puedan proporcionar. Aunque, en algunos casos, es posible que el médico te aconseje tomar algún suplemento. La vitamina D es necesaria. Ayuda a fijar el calcio que necesitan tus huesos. No puede faltarte tampoco el magnesio y el potasio, también coadyuvantes en la formación ósea. Los antioxidantes, como las vitaminas A, C y E, te ayudarán a combatir el envejecimiento celular.
No pueden faltar tampoco las proteínas, siendo las más recomendadas las de origen vegetal, que permiten una mejor digestión, además de controlar los niveles de glucosa y proporcionarnos el calcio que precisamos. Olvídate de la falsa creencia de que las legumbres engordan. Solo debes vigilar su acompañamiento para comerlas tranquilamente hasta 4 veces por semana. También puedes incorporar a tu dieta alimentos derivados de la soja, como el tofu como la soja texturizada, que te ayudarán a saciarte, aportándote la proteína adecuada, y ayudando a manejar los síntomas de la menopausia gracias a la ayuda de las isoflavonas que contiene la soja. Las isoflavonas son compuestos vegetales estructuralmente similares a las hormonas femeninas, que el organismo puede utilizar.
Puedes comenzar el día desayunando lo que te apetezca, siempre y cuando sea bajo en azúcares y lleve proteínas. Por ejemplo, una tostada de pan integral con tomate y pavo o un yogur con cereales sin azúcar y fruta. En la comida, por poner un ejemplo, puedes hacerte una ensalada de garbanzos con tomate, atún, pimiento y cebolla. En la cena, cosas sencillas: carnes blancas y pescados acompañados con unas verduras al vapor o una tortilla de calabacín, y para los pequeños tentempiés diarios, la fruta o los yogures, o incluso un pequeño sándwich de atún son una opción buena y saludable.
Llevar una buena dieta en la menopausia se vuelve imprescindible. Si estás dispuesta a afrontar el cambio hormonal llena de vitalidad y optimismo, comer correctamente te puede ayudar en ese cambio vital.
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