El hígado graso (en realidad se llama Hepatopatía Grasa No Alcohólica o HGNA), es un problema de salud que hace que el hígado no funcione correctamente. Se produce una acumulación de grasa en los hepatocitos, que son las células del hígado, de forma que estas no pueden realizar las funciones que tienen asignadas en el organismo y puede evolucionar a estados de mayor gravedad, como la cirrosis o el cáncer.
La capacidad regeneradora y los tratamientos para el hígado graso
Lo bueno del hígado es que es un órgano que tiene una gran capacidad autorregenerante. Tanto es así, que en los trasplantes solo hay que proporcionar un trozo del hígado (un lóbulo) para que, a partir de este, el receptor del órgano sea capaz de generar un hígado entero con el tiempo. Y esto mismo se aplica a la capacidad que tiene el hígado para volver a la normalidad si nuestro médico encuentra que tenemos HGNA y le ponemos remedio.
El tratamiento para el HGNA siempre es dietético. Es necesario, por regla general, bajar peso y que ese peso que bajamos sea, sobre todo, grasa visceral. Por tanto, es necesaria una dieta hipocalórica. Pero, ¡ojo! La dieta no debe ser excesivamente estricta y, sobre todo, no puede ser baja en carbohidratos, para evitar que el hígado tenga que hacer demasiado trabajo.
También es importante comer pequeñas cantidades de alimentos saludables cada pocas horas y no hacer ayunos prolongados. Se deben eliminar alimentos ultraprocesados y hacer una alimentación lo más saludable posible. Hay que eliminar el alcohol (por razones obvias) y parece haber, según la literatura, algún efecto positivo en la toma de probióticos.
Ayuda para controlar el hígado graso
En caso de duda, estamos siempre disponibles para proponer alternativas que permitan reforzar la salud del paciente. También nos encargamos de corregir otros problemas alimentarios. Todo sea por convertir la dieta en una fuente inagotable de salud y en la base de una nueva etapa vital. Cuenta con nuestra experiencia y consejos sobre las dietas personalizadas.
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