Si nos ocurre una lesión grave, o nos hacemos una herida profunda, seguramente nuestra primera reacción sería acudir al médico, y no intentar arreglarla nosotros mismos sin conocimientos médicos, pero cuando cambiamos el escenario y hablamos de alimentación, no tomamos las mismas precauciones, a pesar de que en algunos casos las consecuencias pueden ser también graves para nuestra salud.
La opción de realizar una dieta baja en fodmaps supone un cambio en la forma de comer que ofrece excelentes resultados. Sin embargo, al ser una dieta que retira ciertos alimentos, como explicamos a continuación, no resulta nada recomendable llevarla a cabo sin supervisión profesional por los perjuicios que nos puede provocar, retirar un alimento que necesitamos de nuestra dieta, ya que puede complicar no solo nuestra salud sino nuestra tolerancia a los alimentos.
¿Qué es una dieta baja en fodmap?
Una alternativa terapéutica y temporal que reduce la ingesta de carbohidratos fermentables de cadena corta. Es el caso de los glúcidos, que son esenciales para los tejidos y para generar energía. Su retirada parcial de la dieta puede ayudar a superar ciertas dolencias digestivas, pero siempre que un nutricionista proponga cuáles son los alimentos que sustituyen a los retirados, y también en que tiempos se va a llevar esto a cabo, porque la dieta fodmap no está pensada para extenderse mucho en el tiempo.
Características de una dieta fodmap SIBO
El principal objetivo de la dieta fodmap es conseguir que el nutricionista compruebe cuáles son los procesos digestivos del paciente para ir adecuando su alimentación, de manera puntual, a aquellas cosas que pueden servir para evitarle problemas digestivos. A partir de ahí, es posible recomendar una dieta fodmap SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) en la que se pueden reducir el consumo de ciertos tipos de alimentos:
- Verduras. Especialmente el ajo, la cebolla, los espárragos, la alcachofa, el brócoli, los espárragos y la coliflor, entre otros.
- Frutas. Pera, la manzana, los melocotones y los aguacates, por citar algunos ejemplos.
- Las legumbres como los garbanzos, las lentejas y las alubias.
- Las carnes y pescados marinados o procesados.
- Lácteos en general o, también, elegir sus versiones sin lactosa.
- Cereales como el centeno, la cebada y el trigo.
- Frutos secos como los pistachos, los anacardos.
- Bebidas como los zumos de frutas o, también, la miel.
¿Cuáles son los riesgos reales de realizar este tipo de dieta sin supervisión del especialista?
Como hemos aclarado, la eliminación de los alimentos mencionados de la dieta debe limitarse en el tiempo, y además se debe hacer de acuerdo al conocimiento que un especialista tiene sobre tu caso puntual, porque también podrá evaluar como funciona esa retirada. En caso contrario, si alargamos en el tiempo una retirada de un alimento, más de lo debido, se produciría un efecto contraproducente que termine por alterar la microbiota de forma definitiva y agravar el problema original.
Un especialista en nutrición tiene en cuenta factores para elaborar la dieta, que sin conocimientos pueden convertirla en inútil o incluso peligrosa
Por lo tanto, concluimos que eliminar voluntariamente una serie de ingredientes de la dieta y, lo que es peor, hacerlo de forma permanente no va a traerte ventajas a largo plazo, sino más bien todo lo contrario, provocando problemas de falta de nutrientes, fibra, vitaminas y minerales imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo. Igualmente, al tratarse de una dieta creada para superar problemas digestivos, es fundamental conocer qué sucede exactamente antes de seleccionar cuáles son los alimentos menos convenientes para cada persona.
Es por eso, que volviendo al primer párrafo del texto, al igual que no nos plantearíamos arreglarnos nosotros mismos una rotura de un pie, por ejemplo, tampoco debemos jugar con nuestra alimentación como si fuese algo poco importante, porque muchos problemas de salud que hoy en día observamos vienen precisamente, por una alimentación mal gestionada.
En Dietynut nos encargamos de analizar cada caso de manera personalizada. Solo así es posible conseguir, en primer término, que la dolencia digestiva se supere, y en segundo que se pueda ir modificando la dieta hasta lograr el éxito y poder volver a llevar una alimentación equilibrada. Así que si tu idea es comenzar una dieta de este tipo, te aconsejamos que contactes con nosotros, y podrás empezar a realizar este camino con buen pie.
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