La pizza puede ser un alimento mucho más sano de lo que parece. La pizza saludable sin harina, hecha en casa y bien condimentada, es una comida razonablemente calórica.
A menudo, las dietas o restricciones alimenticias fracasan porque exigen demasiada fuerza de voluntad para mantenerlas. Resulta prácticamente imposible cumplir permanentemente todas las restricciones día tras día. Por eso, es una buena idea tomar de vez en cuando una pizza saludable casera.
Algunas consideraciones sobre la pizza convencional
La pizza es un alimento habitual en la dieta mediterránea, cuyo aporte calórico depende en gran medida de dos factores: la masa y los ingredientes incluidos.
En consecuencia, es posible hacer en casa un pizza saludable con ingredientes ligeros y una masa alternativa, exenta de harina.
Sin lugar a dudas, degustar una o dos raciones de pizza puntualmente proporciona una satisfacción a la que no resulta imprescindible renunciar por motivos de salud o de adelgazamiento.
Es un plato único que puede incluir verduras, proteínas animales, hierro y vitaminas. Sustituir las mozarelas, siempre grasas, por quesos desnatados es una buena fórmula. Y, por supuesto, reemplazar la harina en la masa siempre es beneficioso.
Cómo hacer pizza saludable casera libre de harina
En la cocina de casa, se tiene un control absoluto sobre los ingredientes y las características de los alimentos preparados. Existen distintas formas de elaborar una pizza casera apetitosa y, a la vez, absolutamente sana.
Con masa de espelta integral
La espelta es un cereal estupendo con el que puedes, perfectamente, preparar una buena masa de pizza. Es consumido desde tiempos remotos y, aunque en su momento estuvo a punto de desaparecer, ha vuelto a emerger como un alimento nutritivo y saludable. Tiene más proteínas que el trigo e incluye gluten, por lo que no es válido para los celíacos.
Su aportación a esta receta italiana hace la pizza más ligera y saludable, sin tener que renunciar al sabor ni a esa sensación crujiente que tanto adoran los pizzeros. Además, la espelta aporta ocho aminoácidos beneficiosos para el cuerpo humano, minerales y vitaminas en mayor medida.
Da más energía, facilita la digestión, resulta bastante menos calórica y es ideal para los vegetarianos.
Otras bases de pizza aún más saludables
Pese a sus ventajas, la masa de cereal puede seguir siendo contraproducente para ciertas situaciones o consumidores. Por eso, es posible preparar en casa otras alternativas igual de deliciosas y todavía más ligeras, con las siguientes bases:
- Coliflor bien escurrida, mezclada con queso ligero, un huevo y hierbas variadas.
- Huevo, a modo de tortilla bastante hecha sobre la que se añaden los topics deseados.
- Quinoa mezclada con aceite, levadura en polvo, sal y agua.
- Lentejas combinadas con agua y ajo antes de freírlas en una sartén.
- Garbanzos secos molidos en la licuadora y tamizados hasta conseguir la base deseada.
- Hongo Portobello acompañado con un poquito de unto de ajo.
- Batata con un poquitín de vinagre de manzana, gracias al cual se consigue un delicioso contraste con su sabor dulce característico.
- Berenjenas partidas a lo largo por la mitad y cocidas a la plancha o al horno, decoradas con los ingredientes deseados.
- Plátano mezclado con huevo, una fórmula exquisita y llena de potasio.
Pizza saludable con ingredientes light
No es suficiente con mejorar la masa, también es conveniente mejorar el valor nutricional de una pizza con la elección de los topics. Por ejemplo, son recomendables el salmón ahumado, las anchoas en aceite, el atún en conserva o las sardinas al natural; así como la carne de pavo y las verduras, especialmente el brócoli, espinacas, champiñones, pimientos y tomate.
La pizza saludable sin harina es, por lo tanto, una opción perfecta para consumir este apetitoso alimento de forma ocasional sin remordimientos ni problemas. Eso sí, con ingredientes igual de saludables que la masa libre de harina.
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