Sibo sulfuro

El SIBO sulfuro es un tipo de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) que se caracteriza por la producción de gas sulfuro por parte de las bacterias que se encuentran allí. El sulfuro es un gas incoloro e inodoro que se produce naturalmente en el cuerpo, pero cuando se produce en exceso, puede producir problemas.

¿Qué es el sulfuro de hidrógeno?

El sulfuro de hidrógeno es un gas que producen las bacterias de nuestro intestino cuando utilizan los componentes (aminoácidos y otros compuestos azufrados) presentes en el intestino después de una comida. En ocasiones, cuando tenemos un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO), el exceso de bacterias produce un exceso de gas y es entonces cuando empezamos a tener problemas: hinchazón, dolor en el abdomen, diarrea, estreñimiento…

Sintomas y signos característicos del SIBO sulfuro

De acuerdo a lo que yo veo en mi consulta, es muy típico:

  • Síntomas de SIBO que no acaban de mejorar del todo, especialmente si cursan con estreñimiento

  • Los pacientes refieren que los gases son “muy olorosos, incluso nauseabundos”. Esto es por la presencia de ácido sulfhídrico en forma de gas, que huele a huevos podridos

  • Referencias a “noto niebla mental” o “noto hormigueos por todo el cuerpo y se me duermen las puntas de los dedos”

  • Referencia a “cuando como algunos alimentos, los gases y la hinchazón son peores”. Esto se debe a que algunos alimentos, especialmente proteínas, contienen aminoácidos en cuya molécula hay azufre. También en alimentos que contienen más azufre de lo normal, por ejemplo en vinos que contengan sulfitos.

En cuanto a los signos (no sé si sabéis la diferencia entre un síntoma y un signo, pero un síntoma lo refiere la persona mientras que el signo es medible, por ejemplo un síntoma es estornudar, un signo es tener fiebre).

Por tanto, signos de esta patología son la presencia del gas SH2 en una prueba de aliento para SIBO, que mide también hidrógeno y metano. Como no hay muchos laboratorios en España que midan los tres gases, lo normal es que cuando recibimos una prueba de aliento para hidrógeno y metano y vemos que las dos curvas están aplanadas, podemos sospechar que la persona tiene SIBO sulfuro.

Una vez visto esto, (y muchísimo mejor si viene con la confirmación del médico), empezamos con la dieta. En la dieta, habrá algunos alimentos que retirar. Si, además, aún presenta síntomas de los otros tipos de SIBO, la dieta puede llegar a ser más restrictiva.

Por ello, es importante que sea un dietista-nutricionista quien diseñe la dieta más adecuada, porque si vamos quitando alimentos al tuntún vamos, con toda seguridad, a tener alteraciones en la microbiota y, muy posiblemente, deficiencias en nuestra nutrición, lo que puede complicar aún más el cuadro.

Hay que tener en cuenta que la dieta para SIBO (cualquiera de ellas) no puede mantenerse durante mucho tiempo (aunque algunas revisiones sistemáticas que se han hecho actualmente nos dan algo de flexibilidad con este tema). Incluso aunque aún tengamos síntomas, es importante volver lo más rápido posible a una dieta variada y completa, por lo que si llevas mucho tiempo retirando alimentos, es mejor que consultes con un dietista-nutricionista que te ayude a reintroducir alimentos y a “resetear” el proceso.

Producción de Sulfuro de Hidrógeno

En el intestino, ciertas bacterias anaerobias, como Desulfovibrio piger y Bilophila wasdsworhia producen sulfuro de hidrógeno a través de la reducción de sulfatos y otros compuestos azufrados presentes en la dieta. En condiciones de SIBO, la proliferación de estas bacterias en el intestino delgado aumenta significativamente la producción de H₂S.

SIBO sulfuro

Efectos del Sulfuro de Hidrógeno en el Intestino

Inflamación intestinal:

El H₂S puede inducir la inflamación intestinal. Aunque a bajas concentraciones actúa como una molécula de señalización con propiedades antiinflamatorias, en niveles elevados, como los que pueden encontrarse en el SIBO, el H₂S puede contribuir a la inflamación y daño en la mucosa y el epitelio intestinal.

Motilidad intestinal

El H₂S tiene un efecto modulatorio sobre la motilidad intestinal. Puede alterar los patrones normales de motilidad, contribuyendo a los síntomas de diarrea o estreñimiento típicos del SIBO.

Permeabilidad intestinal:

En concentraciones elevadas, el H₂S puede aumentar la permeabilidad de la barrera intestinal. Esto puede facilitar el paso de toxinas y bacterias hacia el torrente sanguíneo, aumentando la inflamación sistémica y los síntomas gastrointestinales. El aumento descontrolado de H₂S puede contribuir a la sintomatología gastrointestinal adversa y a aumentar la disbiosis (la disbiosis es la pérdida del equilibrio de la microbiota intestinal).

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico de SIBO con predominancia de H₂S se puede realizar mediante pruebas de aliento que detectan la presencia de este gas. Una vez diagnosticado, el tratamiento suele incluir antibióticos específicos para reducir la carga bacteriana y, en algunos casos, modificaciones dietéticas para limitar los precursores de sulfuro en la dieta.

Pruebas de aliento:

Estas pruebas miden la concentración de gases producidos por las bacterias intestinales, incluyendo el sulfuro de hidrógeno.

Tratamiento antibiótico:

El tratamiento del SIBO que incluye una sobreproducción de H₂S puede involucrar antibióticos como la rifaximina, que es efectivo contra las bacterias productoras de H₂S.

Intervenciones dietéticas:

Realizar modificaciones dietéticas para reducir la ingesta de compuestos ricos en azufre pueden ser beneficioso para el control de este problema digestivo Esto incluye limitar alimentos como ciertos vegetales: crucíferos (col, coliflor, coles de Bruselas, brócoli…), aliáceas (ajo, cebolla, puerro, etc) productos lácteos y proteínas animales como el huevo para disminuir la producción de H₂S en el intestino.

Alimentos a limitar o evitar en el SIBO por sulfuro:

Proteínas:

  • Huevos, lácteos (búfala, cabra, oveja y vaca) y carne roja (cerdo, cordero, caballo y ternera).

  • En cuanto a los lácteos, ten en cuenta que cuanto más curado es el queso, más “concentrado” está. Por ello, los quesos de semicurado en adelante se deben evitar en lo posible.

Vegetales:

  • Hortalizas crucíferas (brócoli, coles de Bruselas, coliflor, col rizada, nabos, berro, wasabi,).

  • Hortalizas aliáceas y compuestos de organosulfuro (apio, puerro, chalota, cebollas, cebolletas y ajo).

  • Algunas verduras de hoja verde: espinacas, rúcula.

  • Legumbres (lentejas, alubias, garbanzos, cacahuetes, guisantes, habas, soja, alfalfa, judias verdes y altramuces).

Otros:

  • Sulfitos que encontramos en bebidas alcohólicas como son vinos, cervezas y champán.

  • Condimentos como vinagres.

  • Frutas secas (pasas, nueces, cacahuetes, dátiles, piñones…),

  • Comida preparada y congelada.

  • Alimentos que contienen los conservantes y antioxidantes E220 a E228 y el E407.

  • Cereales con gluten

Diagnóstico

El diagnóstico del SIBO sulfuro es complejo, ya que no existe una prueba específica para este tipo de SIBO. En la actualidad, se utilizan las siguientes pruebas:

  • Prueba de aliento con lactulosa: esta prueba mide la cantidad de gases producidos por las bacterias en el intestino delgado.

  • Test de microbiota en heces: esta prueba permite identificar la presencia de bacterias reductoras de sulfato en las heces.

Consulta con nosotros

El sulfuro de hidrógeno juega un papel dual en la fisiología humana, actuando tanto como una molécula de señalización beneficiosa como un agente potencialmente nocivo en el contexto de SIBO.

Si bien tiene funciones beneficiosas a bajas concentraciones, su exceso puede contribuir significativamente a los síntomas y complicaciones del SIBO.

La comprensión de su producción y efectos es crucial para el diagnóstico y tratamiento del SIBO. Eso sí, si pensamos que la dieta es una parte en la que debemos trabajar para mejorar la situación, dado que vamos a restringir el consumo de algunos alimentos, debemos consultar con un dietista-nutricionista que nos ayude a diseñar la dieta más adecuada para no tener deficiencias nutricionales. El SIBO sulfuro es un tipo de SIBO poco conocido y difícil de diagnosticar. El tratamiento es complejo y requiere un tratamiento individualizado. Acudir a tu dietista-nutricionista es fundamental para poder solucionarlo. No dudes en contactarnos a través del teléfono 690 02 34 42 o por correo electrónico a contacto@dietynut.com.

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