¿Es posible mantener la lactancia si hay riesgo de tener coronavirus?
Es una duda que puede tener toda mamá lactante, y la respuesta nos la da la Academia Española de Nutrición y Dietética, a partir de un documento de consenso basado en una revisión científica. Os pongo más abajo el link a la noticia.
En resumen, la respuesta es sí.
¿Por qué? Pues porque, por la información de la que se dispone, los niños pasan la enfermedad de forma asintomática en la mayor parte de los casos. Por ejemplo, tenemos el caso de un bebé nacido en Galicia de una mamá con COVID-19, que no ha presentado la infección.
En el caso de la leche materna, las muestras analizadas presentan resultados negativos para la infección. Por tanto, dado que la lactancia materna es el mejor alimento para los bebés porque está diseñada especialmente para ellos, es muy importante que, independientemente del estado de la madre, si el bebé y la madre están de acuerdo, la lactancia se mantenga. En caso de que la madre esté muy enferma es decisión de la madre apoyada por los especialistas el mantener o no la lactancia o bien explorar otras alternativas, como la extracción de la leche para que un cuidador sano se la de al bebé.
En principio, se aconseja que, en caso de tener que estar internados en el hospital, la madre y el bebé compartan la misma habitaciòn, con una separación de 2 metros entre la cama y la cuna. Tanto en caso de enfermedad leve, que se pasa en casa, como en caso de ingreso hospitalario, si la madre está contagiada se aconseja que sea una persona sana quien cuide del bebé y que la madre, con las debidas precauciones, lo toque solo cuando vaya a amamantarlo. Del mismo modo, si es necesaria la extracción de la leche, se deben limpiar muy bien las distintas partes del extractor y, las piezas que sea posible, se laven en el friegaplatos con calor. En el caso de una madre que esté con infección moderada o grave con ingreso hospitalario, se le debe ayudar a la extracción para evitar problemas de ingurgitación mamaria tanto si la leche extraída es para alimentar al bebé como si se ha decidido alimentarlo con fórmula.
En el momento de la lactancia y también durante la manipulación del bebé, incluso si no se tienen síntomas, hay que mantener todas las precauciones posibles para no transmitir el virus al niño, lo que incluye el uso de mascarillas (si es posible) y guantes, lavado de manos, uso de soluciones hidroalcohólicas y, en caso de extracción de la leche, mantener todas las normas de higiene tanto por la posibilidad de transmitir el coronavirus como por la necesidad de mantener la esterilización necesaria para evitar que se contamine con otros patógenos la leche.
En el caso de embarazadas, se consideran población de riesgo, por lo que deben ser monitorizadas por los servicios de salud si han tenido algún contacto con una persona contagiada. En el caso de que presenten la enfermedad de forma leve, se pueden quedar en casa solo si es posible que su médico lleve un control cercano de ellas. En el caso de presentar sintomatología más grave (fiebre prolongada, dificultad para respirar, etc), sí que es necesario ir a urgencias.
En el momento del parto, se aconseja el contacto piel con piel inmediatamente, incluso aunque la madre tenga síntomas.
Aquí os dejo el enlace a la información. ¡Cuidaos mucho!
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